Johann Wolfang von Goethe es el máximo exponente de la literatura alemana. Ha trascendido en la historia por ser un hombre universal, cuya insaciable curiosidad le llevó a explorar muchas cuestiones científicas relacionadas con la metamorfosis, el color, la unidad y el todo en la Naturaleza .
Goethe desarrolló un método propio basado en la percepción, la observación, la intuición y la imaginación. Esta forma de hacer ciencia se aleja de la cosificación de la Naturaleza y nos permite establecer una relación diferente con ella. Lo que hace que, la ciencia goetheana sea más necesaria que nunca.
La infancia y juventud de Goethe
Johann Wolfang von Goethe nació en la ciudad de Franckfur, Alemania, el 28 de agosto de 1749, en el seno de una familia acomodada. Lo que le facilitó acceder a un ambiente culto, de literatura y teatro.
Puede decirse que, el juego de inventar historias que Goethe hacía con su madre y su abuela ayudó a despertar su sensibilidad e imaginación artística.
Ya siendo joven, Goethe estudió derecho para cumplir con las expectativas paternas. Pero esto fue solo el punto de partida de un trabajo intelectual amplísimo.
La vida de Goethe estuvo marcada por una larga amistad de cincuenta y tres años, con el duque de Weimar, Carl August. Esta relación inició cuando Goethe hizo de tutor del duque. Después Goethe pasó a formar parte de los servidores del ducado con importantes responsabilidades públicas, generosamente compensadas.
Goethe vivió intensamente. Tuvo la dicha de disfrutar en vida de reconocimiento, fama y fortuna por su trabajo. La popularidad que alcanzó abarcaba toda Europa. Personas de toda índole le visitaban, incluidos monarcas.
Asimismo, Goethe vivió una época muy interesante, en la que se presentaron varios acontecimientos históricos: La Guerra de Siete Años, la separación de los Estados Unidos, la Revolución Francesa, el advenimiento, caída y muerte de Napoleón; además de importantes avances científicos junto con una gran efervescencia filosófica y literaria.
Ideológicamente al inicio Goethe estuvo de acuerdo con los preceptos de la Revolución Francesa, pero dejo de estarlo por la deriva cruel que siguió. De tal forma que, Goethe estaba más de acuerdo con cambios reformistas que revolucionarios.
Para Goethe fueron más excitantes los debates científicos, filosóficos y literarios de la época que las convulsiones políticas.
Un hombre universal
A lo largo de toda su vida Goethe desarrolló sus inclinaciones artísticas y científicas. Pues fue un hombre con una incansable curiosidad, que quiso conocer todo y entenderlo todo.
De Goethe se ha dicho que fue:
«el más grande hombre de letras alemán… y el último verdadero hombre universal que caminó sobre la Tierra»
George Elliot
La universalidad de Goethe se debe a que su vida estuvo intrínsecamente ligada a las expresiones artísticas, filosóficas y científicas. Aunque personalmente, Goethe consideraba que su labor científica era más trascendente que el resto de su trabajo.
La Naturaleza como consuelo y misterio
Stefan Bollmann nos cuenta en su libro, Goethe y la experiencia de la Naturaleza, que Goethe desde pequeño sintió una especie de devoción por la Naturaleza, pues para él era lo mismo que Dios.
Ya en su juventud al vivir el desamor, los paseos en parajes naturales le daban refugio y consuelo. Pero esta conexión con la Naturaleza trascendió y se volvió el sentido de su vida.
En 1775 se trasladó a la ciudad de Weimar, para trabajar en la corte de Carl August, para asumir responsabilidades relacionadas con las minas, caminos, parques y bosques. Lo que Goethe vio como oportunidad para profundizar en su conocimiento en botánica y geología.

Podemos apreciar que Goethe era un hombre con gran ansia de saber, a lo que se unía el amor, asombro y curiosidad por la Naturaleza. Así, la Naturaleza era para él como un libro que es posible leer.
Para Goethe la Naturaleza era misterio y manifestación de lo divino. Lo que le hace coincidir con otros grandes naturalistas de los que ya he hablado: John Muir, Pierre Teilhard de Chardin o Thomas Berry.
Estudios en morfología
Goethe se inició el campo de estudio de la morfología relacionado con las formas y la fuerzas formativas, guiado por la idea de encontrar la unidad inherente en la inmensa variedad de plantas y animales.
Para Goethe la observación era fundamental en la creación de conocimiento; y recurría al dibujo para ilustrar sus percepciones y hallazgos.
En esta línea, Goethe hizo una importante aportación científica al acuñar el termino «morfología», para referirse al estudio de formas biológicas desde un punto de vista dinámico y evolutivo, según nos dice Fritjot Capra.
Descubrimiento del hueso intramaxilar
La anatomía fue uno de los campos en que Goethe se adentró; en este campo logró descubrir el hueso intramaxilar en el ser humano, en 1784. Este acontecimiento es importante porque se creía que dicho hueso no se encontraba en las personas.
No obstante, con el descubrimiento de Goethe se demuestra que los seres humanos y el resto de vertebrados tienen un origen compartido.
Estudios meteorológicos
Otro de los campos de conocimiento en los que Goethe se introdujo fue también la meteorología. Pues había que instalar una estación meteorológica para Weimar.
Estudios geológicos
A la edad de 26 años fue designado director de minas, lo que implicaba constantes viajes a las montañas Harz y los Alpes. Ahí Goethe observó los estratos terrestres y concluyó que eran como un escrito que era posible decifrar.
En estos viajes Goethe estuvo acompañado del pintor Georg Melchior, quien plasmó sus visitas en bellos dibujos geológicos.

El interés de Goethe en la geología lo llevaron a poseer una gran colección de más de 19 mil piezas minerales y fósiles, que es su tiempo bien pudo ser la mejor colección de esta índole.
Aquí, Goethe coincide con John Muir en su fascinación por la montañas. Las cumbres, dice Goethe, «están antes de toda vida y por encima de toda vida.»
Estudios botánicos
Un parteaguas importante en la vida de Goethe fue el viaje que realizó a Italia (1786 -1788). Este viaje fue muy productivo en todos los sentidos.
En Italia descubrió otra perspectiva de la vida; la cultura y sus paisajes le enamoraron. Ahí, se sintió un hombre libre. Además ahí encontró la inspiración para ahondar en el conocimiento del mundo vegetal; especialmente le inspiró el sur con su flora exuberante que no encontraba en Alemania.
En una visita al Jardín Botánico de Padúa, Goethe apreció ya no solo partes de las plantas sino sus fuerzas formativas. Esto es, Goethe observó la secuencia rítmica de crecimiento de las plantas, como una expresión de expansión y contracción de las partes.
Así, Goethe nos acerca a la apreciación de la maravilla de las plantas a través de su transformación.
Las Plantas como expresión de la metamorfosis: (extensión y contracción)
En Italia Goethe inició la búsqueda de la planta original.
Según detallo más adelante, la observación detallada de las plantas fue de las épocas más felices de su vida.

Así, Goethe se apoyo en el dibujo para comprender los estados de transición de las partes que componen las plantas.
Finalmente, su estudio se plasmó en el libro La Metamorfosis de las plantas publicada en 1798.
Goethe estudió detenidamente la obra de Linneo; pero divergió en su forma de estudiar el mundo vegetal pues considero que actúo más como un legislador.
De forma que, Goethe creyó más conveniente centrarse en los estados transicionales de la planta, no en el número de especies existentes.
Al buscar la planta originaria, se traduce en que para Goethe que existe una unidad de forma en variedad de estructuras.
Poéticamente para Goethe, las plantas son la alegoría de la vida, un constante cambio, para morir y renacer.
La unidad y el cambio forman parte de la esencia de la Naturaleza, así Goethe plantea en la introducción a la Teoría de la Metamorfosis de las Plantas:
“Pero si miramos todas las formas, especialmente las orgánicas, encontramos que en ningún sitio hay algo que dure, algo en reposo, algo completo, sino que más bien lo que sucede es que todo está en continuo movimiento y flujo.”
Goethe
Lo que significa que la materia siempre está en movimiento, por eso es eterna.
La relevancia de la aportación científica de Goethe, de cuerdo con el historiador Robert J. Richards, es el haber sentado las bases de una revolución en el pensamiento que transformaría la ciencia biológica en el siglo XIX.
Teoría del color
El libro La teoría de los colores publicado en 1810, se considera su mayor trabajo científico de Goethe. Resultado de 30 años de observación de fenómeno del color.
El estudio del color bien pudo estar inspirado por su interés en el arte; pero Goethe fue más allá y buscó confrontar la teoría científica del color de Newton.
En esta línea, Goethe exploró el color desde lo pictórico, como fenómeno físico, químico y fisiológico, tal como lo expresa la diseñadora, Ingrid Calvo.
Esta exploración detallada del mundo físico llevaron a Goethe a encontrar los efectos de los colores en términos “moral y estético”.
El estudio sobre el color lleno de orgullo a Goethe, para él era la mejor de las aportaciones de su vida.
Ciencia goetheana
Goethe renegó de la ciencia mecanicista, por su poco refinamiento y por atentar contra la vida introvertida para dar a cambio algo externo, un sustituto insuficiente.
«…el método científico materialista y mecanicista, al carecer de delicadeza y de conciencia holística, al asumir que la naturaleza está muerta y muda (como dijo Sartre), ha dejado de lado el hecho de que nuestra existencia está ligada estrechamente al mundo natural…
Juan Pablo Carrillo
De manera alternativa Goethe desarrolló un enfoque basado en el empirismo. En el que son centrales la percepción, la observación, la intuición y la imaginación. Es decir, un método que no se restringe sólo a lo racional.
En esta línea, quien estudia establece un diálogo con su objeto de estudio. El punto de partida no es una hipótesis cerrada, sino al contrario, hay un acercamiento abierto a lo que se quiere conocer.
Imaginación sensorial exacta
A partir de sus observaciones Goethe recreaba en la mente lo observado, las formas los colores y los olores. A esto lo llamó «imaginación sensorial exacta».
En otras palabras, se trata de recurrir a a la imaginación para recrear lo que se ha observado. Así, la construcción consciente de imágenes facilita una mayor conexión con lo que observado.
Para Goethe la observación detallada es fundamental para el conocimiento no solo del mundo, sino también de uno mismo. Pues, la observación nos permite expandirnos.
«El hombre se conoce a sí mismo sólo en la medida en que conoce el mundo; se hace consciente de sí mismo sólo dentro del mundo y consciente del mundo sólo dentro de sí mismo, bien, completado, abre un nuevo órgano de percepción.»
Goethe
Objetividad y subjetividad en la ciencia
Para Goethe no es posible crear conocimiento solo de forma objetiva, pues siempre estarán presentes las ideas y percepciones de quien estudia un fenómeno.
En otras palabras:
Goethe creía que había una unidad profunda entre la naturaleza y la consciencia y que el mundo de las ideas nacía de forma parecida a cómo nacen y crecen las plantas. La ciencia y la filosofía se equivocan si separan y buscan la verdad, una en la objetividad de los hechos y otra en la subjetividad de las ideas. El mundo es uno, aunque puedan existir en él dos naturalezas como la materia y el espíritu.
Adolfo Castilla
La unidad y el todo
Otra aportación de Goethe fue el concebir la forma como un patrón de relaciones dentro de un todo organizado. Actualmente, esta concepción está a la vanguardia en el pensamiento sistémico.
«muchas formas diferentes de existencia y modos de cambio, una variedad de relaciones entretejidas».
Goethe, 1807
Así, podemos apreciar que el pensamiento de Goethe ya se perciben los conceptos de biodiversidad y de interdependencia.
“En la naturaleza viviente nada pasa sin conexión con el todo”
Goethe
Influencia del pensamiento de Goethe
Como hombre universal, Goethe tuvo una gran influencia en su tiempo y sigue teniéndola hasta hoy. Si bien, se le reconoce más por su aporte en la poesía y en la literatura, en los tiempos actuales se busca resaltar sus aportaciones científicas, sobretodo en su método.
Influencia en el Romanticismo
El Romanticismo alemán surgió en la ciudad Universitaria de Jena, con la conformación del llamado círculo de Jena o Primer Romanticismo. En él proliferaban las ideas científicas, artísticas y filosóficas, que se desmarcaban del racionalismo.
Aunque a Goethe se le sitúa más en el clasicismo, si se le reconoce su papel preponderante en el apoyo del Romanticismo. Puesto que Goethe impulso a la Universidad de Jena, dotándola con libros, así como la contratación de importantes figuras intelectuales de gran peso.
Asimismo, el movimiento tomó como referente la obra de Goethe El de la mano de hierro, debido a su estilo.
En cuanto a ideas, según Helena Cortés en su libro Goethe, vivir para ser inmortal, Goethe si coincide con el Romanticismo en:
las idas filosóficas sobre la unión de naturaleza y espíritu o la comprensión del amor como una fuerza explosiva y liberadora que no se atiene a reglas.
Helena Cortés
Influencia en la investigación y la educación
Actualmente, existe una corriente científica que pone en cuestión el alto racionalismo en la creación científica, tan apegada a hechos y datos.
Un ejemplo de ello es The Nature Institute, que soporta su investigación y proyectos educativos en las aportaciones integradoras de Goethe, entre otros científicos.
El instituto basa su trabajo en métodos holísticos, en el desarrollo de capacidades y asumir a la ciencia como un proceso, que comienza por explorar.
Esta visión promueve que la educación científica busqué que el alumno establezca un contacto directo con el mundo natural, que analice relaciones de los fenómenos entre sí y sus interconexiones.
Legado de Goethe
Goethe murió el 22 de marzo de 1822, con 83 años de edad. A su entierro acudieron alrededor de 5 mil personas.
Algo que resalta de Goethe es que siempre pensó en la posteridad, dejando plasmadas sus experiencias en una autobiografía Poesía y Verdad; misma que se considera la más importante en su género en toda Europa. es la una de las autobiografías más importantes de Europa.
De igual manera, también dictó pasajes de su vida a sus biógrafos. Y después de su muerte, se organizó y publico toda su obra escrita, incluyéndose diarios y cartas íntimas, lo que resultó en 144 volúmenes.
La gran personalidad y obra goethianas influyeron en toda la cultura con gustos, moda y destinos de viaje de los autores alemanes.
A tal grado fue la influencia de Goethe, que al periodo cultural alemán más importante se le denomina Época de Goethe.
Otra de las manera que se ha encontrado para honrarle es poner su nombre a una variedad de cosas, entre las más curiosas, se incluye un lugar ubicado en Marte.
Goethe sigue trascendiendo en el tiempo y su obra es permanentemente redescubierta.
Reflexiones finales
Goethe es una figura que encarna una apropiación de todas las maravillas que significa la vida, que se plasman en el arte, en la literatura, la Naturaleza, el amor, la amistad y incluyendo la buena comida.
Goethe no sólo trató de entender tanto el espíritu humano pero también adentrarse en el misterio de la Naturaleza.
Para él la observación y el estudio de la Naturaleza fueron la fuente de la verdadera la felicidad.
Goethe fue una persona que embebió el mundo a través de la ciencia, el arte y la poesía. Asumió una visión integradora del mundo en la que él mismo formaba parte. Se trata de un modo de ser y de hacer arte y ciencia, siendo un modo de desarrollo personal propio.
Goethe nos remite a las formas, las transformaciones, al color a la unidad en la diversidad.
Goethe no es el científico que ve a la Naturaleza como un simple objeto que ver y manipular, sino le reconoce como un sujeto con el que puede establecer un diálogo.
La ciencia mecaniscista ha equiparado la Naturaleza a una máquina, desprovista de valor por sí misma; aquí el ser humano se ubica en una posición superior y con el derecho de explotarla.
En contrapartida la ciencia gotheana nos ubica en otra perspectiva y nos acerca a otra forma de relacionarnos con la Naturaleza. He aquí la importancia de redescubrir las aportaciones de Goethe.
Las formaciones geológicas, la transformación de las plantas, los colores y sus efectos, las formas fueron algunas de las cosas que asombraron a Goethe; mismas que debemos también a observar con otros ojos y maravillarnos, como él lo hizo.
Al adoptar un enfoque goetheno en la enseñanza de las ciencias naturales estamos abriendo paso a establecer un contacto directo con el mundo natural, entendiendo las relaciones de los fenómenos entresí y las interconexiones.
Fuentes consultadas
Carrillo Hernández, Juan Pablo. Goethe previó cómo la ciencia mecánica destruiría la Naturaleza. 26 de febrero de 2019. En: pijamasuft
Cortés, Helena. Goethe Vivir para ser inmortal. Ed. Arpa. 2023
Donoso. Goethe, Poesía y Realidad. Prensas de la Universidad de Chile. Santiago, 1933.
Holdredge, Craig. Doing Goethean Science. Nature Institute.
Holdredge, Craig. Goethe and the Evolution of Science. In Contex No. 13 (Spring, 2014)
Naydle, Jeremy. Goethe on Science. Floris books. 1996.
Wulf, Andrea. Magníficos rebeldes: Los primeros románticos y la invención del yo. Ed. Taurus. 2022.
Fritjof Capra & Daniel Wahl in dialogue: «Regeneration is the essence of life’s self-organisation»