Walt Whitman: la experiencia mística entre el Universo, la Naturaleza y el ser

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La poesía de Walt Whitman expresa la exaltación del Universo, la Naturaleza y el ser, desde una experiencia mística; con la que es posible percibir la unidad entre el ser humano y la divinidad inmanente de la Naturaleza.

Leer a Whitman nos despierta esa sensibilidad ante lo asombroso de cada manifestación de vida; desde los acontecimientos más cotidianos hasta la transmutación de la materia.

Vida de Walt Whitman

Walt Whitman nació en el seno de una familia obrera en West Hills perteneciente a Long Island, New York, el 31 de mayo de 1819. Fue el segundo de ocho hijos.

Los padres de Walt Whitman,  Louise Van Velsor y Walter Whitman eran patriotas americanos, ejerciendo sobre él una fuerte influencia. Y siempre manifestó un profundo amor y respeto por su patria y los valores democráticos plasmándolos en su obra.

Walt Whitman y su amor por aprender

Puesto que la familia Whitman vivía en una situación económica precaria, Walt Whitman tuvo que trabajar y abandonar sus estudios con 11 años. Esto no significó de manera alguna que Walt dejará de aprender, todo lo contrario fue un gran autodidacta a lo largo de toda su vida.

A los 12 años inició su aprendizaje en todo lo relacionado con la imprenta; esto lo llevo a encontrar su pasión por la palabra escrita. 

La amplia autoformación de Whitman le adentraron en el teatro, la literatura, la música, la geografía, la arqueología, la ópera, la filosofía, la historia y la ciencia. Esta formación humanista unida a su gran sensibilidad le permitieron crear un estilo propio. Ganándose un lugar entre los grandes poetas de Estados Unidos.

Para acercarnos a la obra de Whitman es importante ubicar épocas y lugares que marcaron su vida. Estamos hablando de Nueva York, Nueva Orleands, Washington y Nueva Jersey.  

Whitman en Nueva York, época de una rica vida urbana, cultural y cosmopolita

Desde 1820 a 1830 la familia Whitman combinó su residencia entre Long Island y Brooklyn, Nueva York.  

A los 17 años, en 1836 Whitman inició su trabajo como profesor en Long Island, hasta 1841; cuando definitivamente se dedico al periodismo. 

Ya más mayor, Walt vivió de los 22 a los 43 años (a excepción de tres meses que estuvo en Nueva Orleans), entre Manhattan y Brooklyn.

Vivir en estas dos ciudades representó para Whitman sin duda, una experiencia transcendental en todos los sentidos.

Whitman laboró en varios periódicos, a la vez que era un gran explorador de la vida urbana; embebiendo de la dinámica y vida de sus habitantes.

Walt vivió la bohemia de Nueva York con actores, actrices y escritores.  Y gustaba también de recorrer Broadway de arriba a abajo en autobús.

Para Whitman, los sonidos, las escenas, las personas, pero también los elementos de la Naturaleza en la ciudad estimulan su proceso creativo. En este sentido, Whitman no es un artista renegado de la vida urbana, como sucede con los artistas del Romanticismo

Su residencia en Nueva York se vio interrumpida por la falta de oportunidades laborales; lo que le llevó a Nueva Orleans.

Whitman en New Orleans, encuentro con el sufrimiento de la esclavitud

Se dice que fueron sus opiniones y forma de trabajar que le impidieron seguir laborando en Nueva York. Así que tuvo aceptar ser el editor de un nuevo periódico (Crescent) en Nueva Orleans, en enero de 1848. Aunque su estancia ahí fue realmente corta, de a penas tres meses.

Sin embargo, su experiencia en la ciudad le llevó a apreciar otras realidades muy diferentes a las de Nueva York

Además de la propia dinámica social y cultural de Nueva Orleans,  lo que más impacto a Whitman fue la esclavitud permitida en la ciudad. Lo que ya no ocurría en Nueva York .

El sufrimiento provocado por la esclavitud aún vigente en Nueva Orleans cuando la visitó Whitman, le impactó profundamente. Imagen: Okinawa Sobarob/flickr

En Nueva Orleans pudo atestiguar el sufrimiento provocado por la subasta de personas. Así parece ser que, esta ciudad despertó en Walt una mayor identificación con el dolor ajeno.

Una vez terminada su estancia en Nueva Orleans, regresó a Brooklyn haciendo un gran recorrido por los maravillosos cauces de agua de: el río Mississippi, los Grandes Lagos y el río de Hudson.

Walt Whitman mantuvo una relación estrecha con los ríos. s A su regreso a Nueva York desde Nueva Orleans lo hizo surcando los ríos Mississippi, Grandes Lagos y Hudson. Imagen: Río Mississippi (Monumento Effigy Mounds/ Creative Commons)

Whitman y su regreso a Brooklyn

Whitman a su regreso a Brooklyn continuo en el trabajo periodístico, combinándolo con la creación de su poesía.

Whitman en Washington, encuentro con el dolor de la guerra

Otra de las etapas trascendentales en la vida de Walt Whitman, transcurrió en Washington; ciudad a la que llegó en diciembre de 1862 y terminó viviendo ahí por once años .

Walt se dirigió a Washington fue para cuidar a su hermano George, que había sido herido en la Guerra de Secesión.

En esta etapa Whitman pudo experimentar la atrocidad de la guerra. Ahí convivió con soldados mutilados y moribuntos de todo el país; muchos de ellos casi niños.

Walt de la manera más compasiva acudía todas las tardes al hospital donde se encontraban los heridos de guerra. Ahí les hacía compañía, charlaba con ellos, les leía, brindándoles un poco de consuelo.

Las visitas a los soldados que eran de los dos bandos, duraron 3 años. Whitman convivió con el dolor de los soldados heridos, lo que pudo plasmar en Drum Taps (Redoble de tambores).

Así, la Guerra Civil fue otra manera para Whitman de acercarse a una cruel realidad y al drama humano. Pero siempre con una actitud de ayuda, cariño, acompañamiento y protección de los soldados heridos o moribundos.

Whitman y su admiración por Abraham Lincoln

En Washington pudo cruzarse con el presidente Abraham Lincoln al que admiraba enormemente. Y al que le dedicara, tras haber sido asesinado, algunos poemas entre los que se encuentra Captain, oh my Captain (Oh, Capitán, mi Capitán) . 

Podemos pues apreciar que Whitman fue una persona de una enorme sensibilidad, siempre involucrado con las circunstancias de su tiempo.

Su residencia en Washington duró hasta que una parálisis de su lado izquierdo, le impidió volver a caminar. Y se traslado a New Jersey.

Whitman en Nueva Jersey, sus últimos años y la búsqueda de la paz

Después de haber sufrido la parálisis en 1873, Walt visitó a su madre moribunda en Candem New Jersey, donde se instaló. 

En Nueva Jersey fue donde Whitman tomó un nuevo aliento de vida, ante la gravedad de su enfermedad. Hospedado en una casa de amigos ubicaba en Timber Creek; lugar con una exquisita belleza natural en el que encontró serenidad e inspiración.

Durante su vida en Candem se dedicó a la revisión de su obra y preparó el volumen final de poemas y prosa Good Bye My Fancy (Adiós mi fantasía) .

Whitman murió a los 72 años, en Candem, Nueva Jersey en 1892; donde vivió los últimos 25 años de su vida.

Aunque Whitman tardó mucho tiempo en ser reconocido como el gran artista que fue; al final de sus días contaba con el reconocimiento de un gran público. Se dice que a su funeral acudieron alrededor de mil personas.  

Whitman vivió una época marcada por grandes transformaciones sociales, políticas y tecnológicas.

Obra de Walt Whitman

El Misticismo en la poesía de Whitman

Se considera a Whitman un personaje místico. Lo que en otros palabras quiere decir que fue una persona con una visión intuitiva y una apreciación sagrada de la realidad; en la que Dios y un alma sagrada insuflan todas las cosas.  

Según Richard Maurice Bucke, uno de los primeros biógrafos de Whithman; éste vivió una “consciencia cósmica” alrededor de los 35 años;  poseído por la exaltación y la libertad.

Esta exaltación por la vida de Whitman la plasma en su poesía. Además Whitman asumió firmemente que tenía un mensaje para la humanidad. Y que su papel como poeta era ser maestro y a la vez ser un líder, pero desde la humildad.

Qué es la experiencia mística

La experiencia mística se relaciona sobre todo con la emoción y con la percepción inmediata, más que con un pensamiento conceptual.

Así, el místico cree en la existencia de ciertas realidades a las que es posible acceder por la experiencia subjetiva, no de manera intelectual ni cognitiva. Y percibe la existencia de la unidad con lo divino.

De acuerdo con Norman Foerster, para Whitman los paseos por la Naturaleza eran una forma de escuchar voces sagradas.

Para Whitman todo lo percibido por los sentidos le despierta la exaltación, incluida la sexualidad; lo que le valió en su momento críticas y censura de su obra.

La inspiración induista y del trascendenalismo en la poesía de Whitman

Según Afshan Syed, la personalidad mística de Whitman se despertó en parte por su contacto con el misticismo hindú y por su admiración a Ralph Aldo Emerson (representante del trascendentalismo norteamericano). Para cuya corriente la humanidad y la Naturaleza conforman una unidad.

La presencia divina en la Naturaleza

Como místico Whitman creía que en la Naturaleza existe una inmanente presencia divina. Y que el ciclo de continua transformación de la vida, se traslada siempre en un renacer, que asume otras formas.

En otras palabras todo lo que muere, vuelve a nacer. Lo que lleva a la vez, a la aceptación de la muerte, entendiendo el ciclo continuo de la vida.

La Naturaleza fue para Whitman, según Norman Foerster, la fuente de sus impresiones más profundas y de su realización espiritual. 

Lo físico y material como acercamiento a lo espiritual

Por su parte Afshan Syed nos dice que la búsqueda espiritual de Whitman, es través de lo físico y de lo cotidiano, pues nunca buscó alejarse de la realidad.

De tal forma que para Whitman las cosas físicas son las que nos permiten tener una idea, una percepción de lo espiritual.

Según Norman Foerster, Whitman muestra un sentido de unidad con el Universo, el sentimiento de hermandad entre los seres humanos y todas las cosas.

En este sentido, para Whitman lo espiritual no se reduce solo a lo religioso sino también en apreciar a la Naturaleza y el alma humana.

La poesía de Whitman incluye a plantas, animales, el firmamento, las montañas, los océanos, los continentes, los arboles. Whitman manifiesta su asombro ante la existencia de todo ello.

De tal forma, que en la vida y en la obra de Whitman los sentidos son vitales para apreciar el mundo, el ver, el escuchar y el sentir.

En resumen:

La poesía de Walt Whitman manifiesta : pasión, reverencia, asombro, y desde luego, amor a la vida y por todos los seres.

Sin duda, Walt Whitman como un gran creador tiene una influencia que permanece hasta nuestros días y el que es importante poner atención.

El poema “Canción a mi mismo” es considerado la mayor expresión de la experiencia mística en Whitman.

Los ciclos de la materia como una manifestación de la inmortalidad

Whitman era un gran observador, alguien abierto a conmoverse por la vida. Entiende los ciclos de la materia, que representan también una forma de inmortalidad. 

“Y en cuanto a ti, Vida, reconozco que eres el residuo de
muchas muertes; (Sin duda, yo mismo he muerto antes diez mil veces.)”

Walt Whitman

El mensaje de Walt Whitman para nuestro tiempo

Whitman escribió teniendo en vista a sus lectores futuros, pues creía que tenía un mensaje trascendental que decir. Y sinceramente creo que así es.

Sin duda, para estos tiempos de tanta incertidumbre y desazón, Withman nos ayudad a tener una mirada renovada de la vida.

Pero necesitamos abrir nuestros sentidos y nuestra mente para apreciar y conectar con el misterio que conforman todas las manifestaciones de vida. Y, poder despertar esa consciencia mística que nos lleva a sentir que junto con el resto de la Naturaleza y el Universo conformamos una unidad sagrada.

El amar la vida en todo su esplendor y asombro tendría que convertirse en una manera de vivir. Apreciando lo físico y material pero como proyección de algo más profundo y sagrado. Tal vez de esta manera podremos superar el atolladero en el que nos encontramos como humanidad.

Podemos ver que Walt Whitman nos da como mensaje, el que descubramos esa visión sagrada de la Naturaleza y de la vida. En la misma línea que han enfatizado otros personajes de los que he escrito: Thomas Berry, Aldo Leopold y William Wordsworth. Y que te invito a conocer.

Hojas de Hierba

Como ya he dicho antes, Whitman creía firmemente que tenía un mensaje que hacerle llegar a las personas, a través de su poesía. 

En 1855 Whitman autoplublicó Leaves of Grass u Hojas de Hierba, a la que dedicó 35 años de su vida. Buscando darse a conocer escribió reseñas de auto-promoción con otros seudónimos. Aunque no obtuvo grandes resultados. 

Whitman envió un volumen de su publicación al poeta Ralph Waldo Emerson, quien a través de una carta le reconoció su originalidad y le predijo un brillante futuro como poeta. Este detalle de Emerson siempre motivó a Whitman para persistir en la escritura y difusión de su obra.

No fue fácil que Whitman consiguiera que una editorial publicara su libro, fue hasta la tercera edición que finalmente lo logró.

En cada nueva edición se iban sumando nuevos poemas. Tuvo 8 ediciones y paso de 12 poemas iniciales a 389.

La obra de Whitman se caracteriza por haberse alejado de la métrica y ritmo vigentes.

Hojas en la Hierba es el resultado del trabajo de toda la vida de Whitman y expresión de su personalidad mística.

A continuación os dejo algunos extractos de los poemas de Hojas en la Hierba (Canto a mí mismo y Viaje a la India), en los que podemos encontrar los elementos de los que hemos hablado: el misticismo, amor y asombro por la vida de Whitman.

Pero estos extractos son solo una invitación para leer la grandiosa poesía de Walt Whitman.

Canto a mí mismo

Yo mismo me celebro y a mí mismo me canto; Y mis pretensiones serán las tuyas,
Pues que cada átomo mío también te pertenece.
Vago y a mi alma la incito;
Vago y holgazaneo a mi antojo, contemplando la brizna
de hierba estival.
Casas y aposentos llenos de perfumes están las alacenas saturadas de perfumes se hallan;
Aspiro yo mismo la fragancia y, complacido, la reconozco; El vaho también me amenaza, pero yo no lo tolero.
La atmósfera no es un perfume no tiene el dejo de la destilación es inodora;
Ella es para mi boca eternamente. De ella estoy enamorado; Llegaré a la represa atravesando el bosque y, candoroso, desnudándome,
Enloquecí al sentir su contacto.
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, formados
de este suelo, de este aire,
Nacido aquí de padres, nacidos aquí de padres también
aquí nacidos,
Yo, ahora de treinta y siete años de edad, en perfecta
salud, comienzo,
Esperando no cesar más hasta la muerte.
Credos y escuelas a la expectativa,
Retirándome por un momento, teniendo suficiente de lo que ellos son, pero sin olvidarlos nunca,
Yo ofrezco abrigo para el bien o para el mal,
Yo dejo hablar a todos a la ventura,
La naturaleza desenfrenada con la energía original.
Como algunos suponen, ¿es venturoso nacer?
Pero yo me apresuro a asegurarles a estos y aquellos que
es cosa tan venturosa como morir, y que esto lo sé
muy bien.
Agonizo con el moribundo y nazco con el recién nacido,
y no sólo estoy contenido entre mi sombrero y mis
botas;
Y examino múltiples objetos, y no encuentro dos que
iguales, si bien cada uno es bueno;
Buena es la tierra, y las estrellas son buenas y sus satélites
son buenos.
Yo no soy la tierra, ni un satélite de este mundo;
Yo soy el camarada y el compañero de todos, justamente,
de todos esos que son tan inmortales e insondables 
como yo mismo;
(Ellos ignoran cómo son inmortales, pero yo sí lo sé).
Cada especie para sí y para los suyos para mí la vida,
macho y hembra;
Para mí esos que fueron muchachos y que amarán a las mujeres;
Para mí el hombre arrogante y sensible cuando se siente desdeñado;
Para mí la amada y la solterona para mí las madres y
las madres de las madres;
Para mí labios que hayan sonreído, ojos que hayan derramado lágrimas;
Para mí los niños y aquellos que niños engendran. ¡Desnúdate! Ante mí no eres culpable, ni estás gastado,
ni has sido descartado;
Yo veo a través del paño y de la burda tela, quiéraslo o no,
Y permanezco rodeándote, tenaz, empeñoso, infatigable;
y no es posible apartarme.

¡Sonríe, oh tierra voluptuosa de aliento fresco!
¡Tierra de árboles soñolientos y líquidos!
¡Tierra de crepúsculos muertos —tierra de cumbres
envueltas en la niebla!
¡Tierra del fluir cristalino de la luna llena recién teñida
de azul!
¡Tierra del brillo y de la sombra que jaspean la corriente
del río!
¡Tierra del gris límpido de las nubes que brillan y se
aclaran para mí!
¡Tierra vertiginosa y yacente —tierra rica de manzanos
en flor!
Sonríe, que tu amante llega.
¡Pródiga, me has dado amor —y amor te devuelvo!
¡Oh, amor apasionado e inefable!


Yo creo que una hoja de hierba no es menos que la diaria trayectoria de las estrellas,
Y que la hormiga también es tan perfecta, y un grano de arena, y el huevo del reyezuelo,
Y la reineta es una obra de arte comparada con lo más grande,
Y la zarza trepadiza podría adornar los salones celestiales,
Y la menor articulación de mi mano menosprecia toda mecánica,
Y la vaca que rumia con su cabeza gacha sobrepasa cualquier estatua.
Y una sonrisa es un milagro suficiente como para conmover
a sextrillones de incrédulos.
Yo encuentro incorporados en mi gneis, carbón, músculos
de largos filamentos, frutos, granos, racimos comestibles, Tengo mi cuerpo todo estucado, con imágenes de cuadrúpedos y pájaros,
Y por buenas razones he distanciado lo que está detrás de mí,
Pero que puede retornar en cuanto yo lo desee.
En vano la fuga o el miedo;
En vano las rocas plutónicas despiden su antiquísimo calor
para impedir que yo me aproxime;
En vano el mastodonte oculta su osamenta bajo el polvo;
En vano las cosas están a leguas de distancia y asumen múltiples formas;
En vano el océano se repliega en sus cavernas y los grandes monstruos en sus profundidades;
En vano el gallinazo busca un nido en el cielo;
En vano la sierpe se desliza entre las plantas rastreras y el ramaje de los árboles;
En vano el alce se oculta en las profundas y boscosas gargantas; En vano el pingüino de afilado pico emigra al norte, hacia
el Labrador;
Y yo lo sigo prestamente, y trepo hasta el nido que está en
la grieta del acantilado.

Viaje a la India


Vasta redondez, que flotas en el espacio
cubierta por completo con visible poder y belleza 
alternan la luz y el día y la fecunda oscuridad espiritual,
inefables y distinguidos desfiles del sol y la luna 
y las innumerables estrellas en lo alto
abajo las múltiples hierbas y aguas, los animales, las montañas, los árboles, 
con inescrutable propósito, alguna intención profética escondida, 
ahora parece que por primera vez mi pensamiento comienza a abarcarte.

Fuentes consultadas

Afshan, Syed; Sayena. «Mysticism in Whitman´s poetry». En: International Journal of English Languaje Literature and Humanities. Vol. II, Issue VI, 2004, 

Kaplan, Andrew. In search of Walt Whitman. Part One, The Early Years (1819-1860). (Video)

Kaplan, Andrew. In search of Walt Whitman. Part One, The Civil War and Beyond (1861-1892). (Video)

MA English Super Notes. Whitman´s Mysticism and Trascendentalism in Song for my self.

Norman Foerster . «Whitman as a poet of Nature». En: Modern Language Assotiation. 1916, Vol. 31, No. 4 (1916), pp. 736-758.


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