Budismo y crisis ecológica

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El budismo es una tradición espiritual milenaria, cuyas enseñanzas explican el por qué hemos creado esta crisis ecológica y cómo generar una nueva realidad basada en la compasión y la sabiduría, que nos lleve al bienestar de la Tierra y todos sus habitantes.

El Budismo y sus orígenes

El budismo es una religión ancestral que sigue las enseñanzas de Siddhatha Gotama (Buda), quien nació en la India alrededor del año 624 a.C.

A pesar de que Buda nació como un príncipe, mostró una enorme sensibilidad ante el sufrimiento humano; llevándole a buscar la manera de poder terminar con él. Así, renunció a todo tipo de comodidades e inició un viaje trascendental, retirándose a los bosques y a las montañas.

Buda se hizo asceta y expuso su cuerpo a condiciones de extenuación. No encontrando las respuestas que buscaba, se inclinó por desarrollar la concentración profunda y la libertad en la sabiduría. Con lo que pudo alcanzar un estado de iluminación espiritual, experimentando la unión con el Universo y encontrando las respuestas al dolor humano.

Buda dedicó su vida a predicar su aprendizaje. Sus lecciones se recopilan en  “ochenta y cuatro mil enseñanzas”.

Buda alcanzó la iluminación meditando bajo el árbol pipal o árbol del despertar. Y pudo alcanzar la iluminación. Imagen: Neil Satyan/Creative Commons

A partir de su aparición en India, en los siguientes 1000 años el budismo se extendió por la mayor parte de Asia, uniéndose con las culturas locales. Por lo que, evolucionó geográfica e históricamente, de tal manera, que en el mundo existen diferentes tradiciones budistas.

Pero estas diferentes tradiciones comparten una parte central en su filosofía. Cuyo mensaje fundamental son la esperanza, la sabiduría y la compasión.

Principios filosóficos del budismo

Dharma

Las enseñanzas para seguir una vida religiosa se denominan dharma, que significa la naturaleza de las cosas y el camino a comprender las verdades de la existencia.

La práctica del dharma lleva a la paz espiritual y la felicidad.

Dukka (las cuatro Nobles Verdades)

El dukka es la primera Noble Verdad se refiere a la existencia el sufrimiento y la insatisfacción como para de la vida .

La segunda Noble Verdad es el sufrimiento es causado por el anhelo, por los placeres de los sentidos y porque las cosas son como no queremos; esto es, por no aceptar la vida tal cual es.

La tercera Noble Verdad es que el sufrimiento tiene fin.

La cuarta Noble Verdad nos enseña la manera de acabar con el sufrimiento, siguiendo el camino óctuple y el camino medio.

Camino óctuple

El camino óctuple se basa la perfección de :

  • La comprensión: asumir puntos de vista conforme a las verdades naturales de la realidad.
  • La intención: guiarnos por la amabilidad, compasión y renunciación.
  • La palabra: al hablar hacerlo de manera honesta, armoniosa, gentil y con significado .
  • El comportamiento: actuar sin violencia, tener responsabilidad sexual y no atribuirse las propiedades ajenas.
  • El modo de vida: ganarse la vida y tener un modo sin dañar ni explotar a uno mismo ni a otros seres.
  • El esfuerzo: cultivar y conservar estados mentales bienintencionados superando los estados mentales nocivos.
  • La atención consciente: consciencia plena del cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos mentales.
  • La concentración meditativa: desarrollar la unión, la pureza y la serenidad mental.

Las cuatro Nobles Verdades son muestran preceptos con los cuales guiar nuestro modo de vida. Suponen que el seguirlas podremos encontrar la paz mental.

El camino medio

El camino medio consiste en el desarrollo de la sabiduría, la serenidad y la conducta.

El Sendero óctuple se representa por una rueda. Imagen: Saamiblog/Flickr

Por lo tanto, el camino medio está enfocado a la búsqueda de una existencia con el mayor valor, que aporte felicidad propia y a los demás.

Ley del Karma

Tal vez, para quienes no conocemos mucho sobre budismo, el karma es uno de los conceptos que más suelen mal interpretarse.

La ley del karma nos dice que las intenciones son causas de resultados futuros. Lo que quiere decir que, los resultados de nuestras acciones, palabras o pensamientos serán parecidos a las intenciones. Cuando nuestra motivación es buena, obtenemos buenos resultados para los demás y para nosotros.

Pero el karma se puede cambiar con nuestra reacción a los acontecimientos presentes. Por esta razón el karma no es destino, pues es en el presente donde radica nuestra libertad.

Meditación

Como bien sabemos la meditación es una de las grandes enseñanzas budistas. No obstante, para David R. Loy, el problema es que se ha convertido sobre todo en un objeto comercial, separada de la ética budista.

Por lo tanto, sería bueno la práctica meditativa pero en el contexto de la filosofía y ética budistas.

Estudios científicos han constatado que la meditación tiene beneficios físicos y mentales.

La meditación ayuda a desarrollar una mente enfocada y clara. Su práctica puede hacerse de diferentes formas: manteniendo la atención plena centrándose en la respiración o en una sensación física; también se puede realizar con la repetición mental de una palabra con gran significado, por mencionar algunos ejemplos.

Al meditar podemos reconectar con nosotros mismos, serenarnos y encontrar lo que es realmente importante en la vida.

En el budismo, la meditación es fundamental para alcanzar la mente clara y enfocada. (Imagen: truthseeker08/ Pixabay)

El reto del budismo ante la crisis ecológica

El budismo, al igual que el cristianismo y el islam tienen como reto articular mejor su mensaje ante el mayor reto que tiene la humanidad, la ecocrisis. 

De acuerdo con las diferentes tradiciones budistas, nuestro principal problema está a nivel individual. Por lo que, el sufrimiento de cada persona (dukkha) está vinculado con su karma, deseo e ignorancia. De tal forma, que la solución se encuentra en cada uno de nosotros.

En tanto que, enfrentar la crisis ecológica conlleva ampliar el enfoque en el karma colectivo y las causas institucionales del dukkha; lo que representa para el budismo una mayor dificultad para abordarla, tanto en lo doctrinal como en lo político.

Ante este hecho, el maestro y filósofo zen, David R. Loy, considera que la crisis ecológica es el mayor reto para la humanidad, pero también lo es para el budismo.

La crisis ecológica es una crisis espiritual

La crisis ecológica tiene sus raíces en el modelo de sociedad dominante, pero desde una visión budista, podemos entender que la crisis ecológica es una espiritual, pues como Loy nos dice:

«llega hasta el corazón mismo de cómo entendemos el mundo, incluyendo nuestro lugar y nuestro papel en este mundo».

David R. Loy. «Ecodharma. Enseñanzas budistas para la crisis ecológica»

De ahí que, la aportaciones que el budismo hacen para nuestro crecimiento espiritual puedan jugar un papel fundamental para repensar el mundo, a los seres que lo habitan, a nosotros mismos y nuestro lugar y relación con él.

Las raíces de la crisis ecológica según el budismo

A nivel colectivo, los tres venenos o creencias se han institucionalizado en las estructuras de la sociedad. Y lo que han creado es esta gran crisis ecológica.

Según el pensamiento budista, la causa del sufrimiento se encuentra en tos «tres venenos»: codicia, odio e ilusión ignorante.

Así, la codicia que se relaciona con el querer siempre más, se ha trasladado al sistema económico actual. Dando prioridad a las ganancias y al crecimiento perpetuo como una forma de evitar el colapso.

Este sistema se sustenta en el consumismo, convertido en una religión institucionalizada, gracias a los medios de comunicación. Y que nos persuaden a relacionar que al consumir tendremos felicidad.

En el budismo el sentido del ego, es fuente de sufrimiento, lo que es también causa de la crisis ecológica. (Imagen: I Want, I want, I want (yo quiero, yo quiero, yo quiero. ATIS547/flickr)

Por lo tanto, en lugar de dejar que los tres venenos sean los que nos movilizan, tendremos que generar motivaciones más positivas: generosidad,  amor bondadoso y la sabiduría. Al reconocer que mi bienestar no está separado del bienestar de tu bienestar ni del de la Tierra.

No obstante tendremos que superar el bloqueo emocional en el que estamos sumergidos y la presión social por seguir las creencias preestablecidas del modelo económico dominante.

La respuesta budista a la crisis ecológica

El dukkha o sufrimiento es para los budistas el impulso de la transformación. Por lo que, no es evitar el sufrimiento, sino ser transformado por él.

Para entender un poco más el concepto del dukkha habría que pensar en la sensación de insatisfacción, tan común en nuestra vida. Esa idea de que siempre podemos tener algo más, alcanzar algo más para ser felices; sin que eso realmente llegue a suceder.

Para el budismo gran parte del sufrimiento del mundo se debe a que las personas enfocamos nuestros proyectos vitales desde la carencia, con la falsa creencia de la separación de los demás. De ahí que, la aparición de guerras, la sobreexplotación, contaminación planetaria y demás injusticias.

Ecodharma

David R. Loy nos propone el concepto de ecodharma, que forma parte del budismo que asume un compromiso social.

Para Loy como para otros maestros, entre los que se encuentran Joanna Macy y Thich Nhat Hanh, abordar lo que el budismo puede aportar ante la crisis ecológica.

Las aportaciones de estos maestros están representando las respuestas budistas a la crisis ecológica. Es así, que ha surgido el concepto ecodharma, que une las inquietudes ecológicas, las enseñanzas budistas y las tradiciones espirituales relacionadas con el dharma.

Sabiduría

El camino hacia la sabiduría es trascender el ego, la búsqueda de querer siempre sacar un beneficio. Sino que sea el amor, que es la encarnación de la sabiduría lo que nos impulse. 

“Desde una perspectiva budista una economía sana y sostenible se regiría por el principio de la suficiencia: la clave de la felicidad es la satisfacción y no la abundancia creciente de bienes. La compulsión por consumir más y más es una expresión del ansia, la misma cosa que el Buda señaló como la causa raíz del sufrimiento”. 

The Time to Act is Now. Buddish Declaration on Climate Change

Karuma o compasión

Karuma o compasión es junto con la sabiduría superior o iluminación (prajña) una de las virtudes más altas.

Com-pasión tiene como significado literal padecer con. Lo que supone superar la indiferencia ante el dolor de los otros y nuestro sentido de separación del resto. Esta virtud debemos desarrollarla en la práctica y expresarla en nuestra vida.

Sentir el sufrimiento en el mundo no significa nuestra infelicidad, sino el sentirnos parte del resto de los seres; los que son también fuente de felicidad. Por lo que buscaremos hacer todo lo necesario para su bienestar. 

“…al permitirnos sentir nuestro dolor por el mundo, nos abrimos a la red de la vida, y nos damos cuenta de que no estamos solos…La respuesta apropiada, y que este trabajo estimula, es desarrollar el sentido de solidaridad con los otros y elaborar un nuevo sentido de cuáles son nuestros recursos y cuál es nuestro poder.”

David Loy.

Sentir profundamente

En esta misma línea, la pensadora y maestra budista Johana Macy nos dice, sino logramos sentir profundamente, entonces el sufrimiento de la Tierra se queda en algo teórico.

Al sentir profundamente podemos trascender nuestras propias preocupaciones; así, la pena y la desesperación pueden diluir esa percepción de separación entre nosotros y aquello por lo que nos apenamos. Mi pena se vuelve la pena de la Tierra. Entonces me preocupo por su bienestar de una manera más profunda en vez de utilitaria.

Reconocer la interconexión de todas las formas de vida

Ese sentir profundamente nos amplia el entendimiento sobre la interdependencia de todas las formas de vida. Lo que se traduce a que, nuestro bienestar depende de igual forma del bienestar de los demás.

La sabiduría nos lleva a entender nuestra no separación con el resto. A sentir compasión.

Para poder sentirnos conectados con todo debemos superar nuestra visión del ego.

Atención plena

La atención plena nos permite ampliar nuestra conciencia, regular nuestras emociones, deseos, pensamientos y comportamientos.

Serenidad y compromiso

Otras enseñanzas del budismo ante la crisis ecológica es la obtención de serenidad a través de la meditación, que debe apoyarse de la visión ética budista. Esto es, de la compasión y sabiduría.

“Abona toda esperanza de lograr frutos. No te dejes atrapar en la preocupación por cómo será el futuro; permanece en el momento presente”.


Aforismo 28 de lonjong formación mental tibetana  

Al comprometernos por mejorar la situación del planeta, tenemos que tener claro que se trata de una obra de larga duración. Por lo que, será de ayuda, según David R. Loy, actuar como si corriéramos una maratón, que se logra corriendo paso a paso; el correr se convierte en un no correr, pues nos envuelve el momento presente no tanto en la meta.

Compromiso: Hacer a lo que estamos llamados a hacer

David R. Loy nos dice:

“Aunque no sabemos lo qué pasará, no podemos quedarnos paralizados a la posibilidad de un colapso civilizatorio; sea o no sea demasiado tarde no hace mucha diferencia respecto a lo que estamos llamados a hacer.” 

David R. Loy.

En esa búsqueda del cambio nuestras acciones deben soportarse en la compasión, la creatividad y la valentía. 

Necesitamos ser valientes para apartarnos de la corriente cultural que incentiva el consumo, al egoísmo o incluso al odio. Pues tenemos hacer lo que es correcto; no es un momento de ser meros espectadores.

El momento actual es una oportunidad de despertar la consciencia. Y de hacer lo que tenemos que hacer de la mejor manera.

Las enseñanzas budistas para enfrentar la crisis ecológica

De manera resumida, las enseñanzas budistas nos dan alternativas ante las actitudes causantes de la crisis espiritual y ecológica, así ante:

  • El consumismo,  la moderación
  • El predominio del ego, el sentido de pertenencia con el todo y de comunidad
  • El sufrimiento, la compasión
  • La dispersión y confusión, la meditación
  • El materialismo, el cultivo de la espiritualidad
  • La indiferencia, el compromiso
  • La desacralización de la Naturaleza, asumir su atributo sagrado

Reflexiones finales

Para quienes no conocemos el budismo en profundidad, se abre una puerta para acercarnos a esta tradición espiritual milenaria que nos muestra una perspectiva profunda de la vida, el papel de la mente y la transformación personal.

El budismo nos acerca a desarrollar la esperanza en nuestra capacidad de transformar la realidad al cambiar nuestra mente. De sentir de manera profunda la conexión con el resto del Universo y de la vida misma; lo que nos hace más compasivos y por lo tanto, valientes para querer cambiar el sufrimiento, en este caso creado por la crisis ecológica.

A nivel material es totalmente legítimo aspirar a tener un nivel digno de vida para todas las personas; pero conforme nos enseña el budismo, debemos también desarrollar todo nuestro potencial, incluido el espiritual.

Cada uno de nosotros es el responsable de su desarrollo espiritual, que va más allá de nuestra preocupación centrada únicamente en nuestro ego, dejando de lado las preocupaciones consumistas y muchas veces banales.

Las enseñanzas budistas nos muestran el camino para desarrollar una serie de virtudes como: la esperanza, la compasión, la sabiduría (máxima expresión del amor). Guiados por la atención plena en la emociones, pensamientos, acciones.

Y con la propuesta de David R. Loy del Ecodharma, tenemos un marco para que desde las enseñanzas budistas asumamos el compromiso social de enfrentar la crisis ecológica; buscando el cambio de las causas institucionalizadas (codicia,  el odio e ilusión ignorante) que la generan.

Es una obra que nos puede parecer enorme y que puede llegar a desanimarnos; para ello, es importante saber mantener la mente en calma, a través de la meditación, una de las grandes enseñanzas budistas. Para así, atenuar el desánimo y actuar.

Fuentes consultadas

Achaan Chandako Bhikkhu. ¿Qué es el budismo?. Muttodaya Dhamma. Alemania, 2018.

Center for Global Education. The Origins of Buddhism. Asian Society.

Gueshe Kelsang Gyatso. El budismo moderno. El camino de la compasión y la sabiduría. Creative Commons, 2016.

Loy, R. David. Ecodharma. Enseñanzas Budistas para la Crisis Ecológica. Editoriales La LLave, Barcelona, 2021.

Macy, Johana; Young Brown, Molly. Nuestra vida como Gaia: Prácticas para reconectar con nuestros seres, nuestro mundo.

The Time to Act is Now. Buddhism Declaration on Climate Change, May 14, 2015.


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